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viernes, 16 de marzo de 2012

Welcome to the jungle



Durante toda mi adolescencia me dediqué a intentar ser diferente a los demás, a pensar que en cierto modo yo era mejor que ellos por no compartir sus mismos gustos ni sus mismas aspiraciones de futuro. Odié y odié, insulté mucho ( demasiado ) y juzgue sin pararme a pensar cómo sería estar en los zapatos del otro. Qué interesante soy yo, qué simples son ellos.
Sí, era una cría infantil, inmadura y estúpida. Lo reconozco y aunque no estoy orgullosa, me hizo ser un poco más fuerte en aquella época en la que el mundo parecía tenerme asco.
Me hace gracia que no me haya dado cuenta de lo tonta que era hasta ahora. Llevo un año y medio viviendo fuera de mi casa, conociendo gente y filosofando por temas absurdos a la una de la mañana y jamás me había parado a pensar que las mayores causantes de mis rayaduras mentales eramos mi actitud y yo.
Desde que entramos en el instituto, nos presionan directa e  indirectamente para que hagamos ( o no hagamos ) determinadas cosas, según las cuáles definiremos quiénes somos. Si te acuestas con todo el mundo, bebes y fumas, eres un zorrón del que nadie puede fiarse. Si no te acercas a nadie, no pruebas el Malibú y dedicas tu vida a "proteger tu dignidad" eres una persona sosa de la que tampoco nadie puede fiarse ( porque claro, eso quiere decir que las matas callando)
¿entonces qué hay que hacer?¿qué no hay que hacer, si siempre va a estar todo mal? Hablando mal y pronto, tener sexo no te hace puta y ser virgen no te hace santa.
Nos han enseñado a escandalizarnos con cualquier clase de tema que rozase los límites de la "vulgaridad", asique o la gente lo trata como tema tabú o lo banaliza de tal manera que da risa. Cada persona elige lo que quiere hacer con su vida, no tiene porque ser ni mejor ni peor y para criticar el comportamiento de los demás antes tenemos que averiguar el porqué de esa actitud, pues puede que nos llevemos bastantes sorpresas.
Supongo que es un gran paso el darse cuenta a los 19 de que somos solo pequeños peces en un océano gigantesco. Eso no quiere decir que no valgamos o que seamos mediocres. Cada persona es única e inigualable y debe potenciar lo mejor de ella. Lo que no se puede hacer es ir por la vida con el cartelito de "Soy diferente porque escucho heavy/música clásica/indie/blablabla y tú eres una mierda sin personalidad porque escuchas grupos comerciales y más blablabla"
Tantas películas de Disney que nos habremos tragado para acabar siendo unos intolerantes que no pueden aceptar que haya personas con gustos diferentes...
Lo peor es que todavía en la universidad existe gente así, gente que aún no ha madurado y sigue creyendo que vive en un mundo horrible en el que ellos son los incomprendidos y la sociedad la que se encarga de amargarles la existencia.
Valorad a las personas por lo que son: personas

2 comentarios:

  1. En el instituto, en la universidad y me apuesto lo que quieras (aunque ojalá me equivoque) que en nuestro futuro trabajo también encontraremos personas así. Triste pero cierto.

    un beso

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  2. Braaaavoooo!! Aunque es complicado... Lo sería un poquito menos si cada pececillo de este océano fuera capaz de quitarse los prejuicios de la cabeza... Y hablo por mí la primera, eh! Porque, supongamos que tú sabes mucho de cine, o de un tipo de música en concreto (de indie por ejemplo, ya que estamos xD), pues bien, asumimos que no por gustarte eso tienes que creerte más especial ni más inteligente! Pero qué pasa cuando una persona que no comparte esos saberes, tira por tierra todo lo que tú sabes? Cuando te dicen: pff escuchas cosas que no las conocen ni en su casa, eres un bicho raro... Eso también duele! Yo creo que todos, como personas, cometemos el mismo error desde dos puntos de vista diferentes: unos, por creerse superiores al resto por saber cosas que el resto no sabe; y los otros, por no poder comprender que existe más mundo más allá de sus narices, y que no porque ellos no lo conozcan es una mierda. Prejucios prejuicios prejuicios... Es como una guerra continua, y sí que es triste, la verdad... Y no veo más solución que la de olvidar que perteneces a un bando e intentar situarte en el centro... apreciando a las personas por ser personas, como tú has dicho :)

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