Nunca nadie dio un duro por nosotros...en realidad ni siquiera yo lo veía factible. Eras un sueño, algo casi imposible. El tipo de cosas que no le pasan a chicas como yo. Siempre he sido más de retirarme, de no luchar, de conformarme...en realidad por miedo, más que nada. Miedo a ser feliz. Pero el coraje no es la ausencia del miedo, si no considerar que hay cosas más importantes. Asi que me armé de valor e hice todo lo que estuvo en mi poder para poder conocerte.
Y lo conseguí. Eras tan increíble cómo soñaba o incluso más. Y eso que estaba sola, y cuando estoy sola lo suelo ver todo negro. Pero tú me animaste. Incluso ahora, cuando me agobio o me siento una mierda , recuerdo todos los momentos que pasamos juntos. Y cuando lo hago, a los demás les pueden dar por culo, porque nadie nunca podrá siquiera imaginar lo especial que fuiste, y lo especial que me hiciste sentir.
Porque me demostraste que los sueños se cumplen, y que hay cosas por las que merece la pena luchar. Por ti lloré, y seguiré llorando el resto de mis días. Porque lo nuestro no fue un adiós, fue un hasta pronto. Porque no tengo palabras para describirte. Y porqué siempre estaré loca y profundamente enamorada de ti...
Gracias, Canadá, por el mejor verano de mi vida ;)
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