Nada es para siempre

Se me viene a la cabeza todo el rato.

Parece que todo lo que hago va a parar a esa estúpida frase. Nada es para siempre, Nada es para siempre...
No sé si estoy a punto de traicionar mis principios, si estoy sucumbiendo a una situación que lleva demasiado tiempo ahogándome, si está bien o no...
siempre he actuado de la misma manera, porque no me atrevía a hacer las cosas de otro modo. ¿Miedo de los demás?¿del qué dirán? Más bien miedo de mí misma. A lo mejor no soy tan buena como todos creen. A lo mejor soy peor de lo que creo que soy. A lo mejor todo lo que soy es una imagen ficticia que he creado para no asustar a nadie. Ahora es una de esas veces en las que me gustaría coger un avión con rumbo a ninguna parte. A un lugar donde no me conociera nadie y ver allí de lo que soy capaz. Realmente no sé quién soy. Y eso es lo que me asusta. Porque cada día que pasa observo que mis actos cada vez tienen menos que ver con mis pensamientos y sentimientos. Odi et amo.
No puedo soportar que gente que me ha hecho daño ahora sea feliz. No puedo. Es como si la vida se riera de mí :" mira, tú sigues ahí, perdida en tu mundo, mientras ellos viven fantásticamente sin pagar los destrozos"
Y es horrible, porque yo desconocía esta faceta mía. Y lo peor es que si la tengo es porque siempre ha estado ahí. Ser lo que todos esperan que seas acaba convirtiéndote en lo que eres. Y darte cuenta de que existe otra opción totalmente insospechada para todos aterra.
Hacía mucho que no filosofaba los viernes a las dos de la mañana, porque intentaba no pensar demasiado y gastar mi tiempo en trivialidades. Pero las buenas costumbres siempre permanecen, no?
Lo que quiero decir es que la chica del concierto que acaba de llegar con las medias rotas y un vestido ajustado, por más que se mira en el espejo no consigue ver quien es. Solo ve a una desconocida con los ojos ahumados a la que esta noche han preguntado "¿qué te duele...? y todavía no sabe decir el qué.